En el tantra se supone que todo ser humano, hombre o mujer, es un imán con un polo positivo y negativo en su interior. Las personas sensibles pueden sentir este magnetismo en el cuerpo de energía sutil más allá de la capa exterior del cuerpo material visible.
El polo positivo de una mujer es el pecho, el polo negativo es el yoni (nombre tántrico para el género femenino) . El polo positivo del hombre es su lingam (nombre tántrico del pene). El corazón del hombre es el polo negativo. El polo positivo irradia energía. Esto puede entenderse incluso en el cuerpo físico: cuando un bebé está amamantando, los senos emiten leche, el lingam del hombre emite esperma.
Pero cada polo positivo también irradia energía de manera invisible. Siempre. La forma exterior de los senos o el lingam no es importante en absoluto. No importa en lo más mínimo si los encontramos hermosos o no. El polo negativo absorbe energía. Esto también queda claro con el yoni, que absorbe el lingam y el semen.
El hecho de que un hombre absorba energía con el centro de su corazón en medio de su pecho no tiene un equivalente físico visible. Irradiar energía y recibir energía ocurre de manera invisible: es un fenómeno del campo de energía. Esta circulación de energía tiene lugar dentro de una persona como una corriente magnética, pero también cuando hombres y mujeres entran en contacto físico.
¿Alguna vez has sentido tú mismo el flujo de energía entre los polos?