Inventé el monasterio de tantra hace muchos años y lo integré en mis seminarios de tantra, incluso si otros han tomado prestado el término mientras tanto. Durante años practiqué tantra diligentemente y al mismo tiempo hubo muchas estancias monásticas en mis años de juventud. Encontré la quietud allí más fácilmente que en la turbulencia del mundo. Sin embargo, echaba de menos la sauna y la sexualidad. En una comunidad secular en la que viví durante medio año, había bastante de esto último, pero faltaba por completo la introspección y la espiritualidad. Ambos me pertenecen: santidad y deseo, espiritualidad y sexualidad. Incluso cuando era niño, experimenté una profunda división en la Iglesia Católica a este respecto. Y en el tantra los vencí y los sané nuevamente. Pero el monasterio también tiene sus tesoros, y por eso me atreví a inventar el monasterio tantra. En un seminario de varios días en Gut Frohberg, generalmente hay un día en el monasterio con silencio y prohibición del contacto físico. Hay mucha meditación, el coro del monasterio canta y la tienda del monasterio está abierta. Si bien no hay contacto físico (los pecadores pueden ir a la confesión), se recomienda encarecidamente el sexo ligero sagrado, que implica hacer contacto energético entre sí, a menudo con una intensidad mucho mayor de lo habitual. Fue y sigue siendo un gran invento, mi monasterio tántrico. La mayoría de las veces también es lo más destacado de mis participantes. Si quieres saber más al respecto, házmelo saber en los comentarios y te daré el enlace a mi artículo al respecto. De lo contrario, también estoy feliz de responder a sus preguntas.